Sufrir de infertilidad, por lo general supone atravesar un proceso realmente frustrante y algo devastador. Sin embardo y debido a los diversos tipos de fecundación in vitro (FIV) a los que se pueden acceder en la actualidad, son muchas las mujeres y parejas que tienen la oportunidad de hacer realidad su sueño de tener un bebé y empezar una familia.
¿De qué trata la fertilización in vitro?
La FIV se trata de un procedimiento de laboratorio donde esperma y óvulo se fertilizan estando fuera del cuerpo.
Este procedimiento cuenta con varias décadas de uso, por lo que se considera como el método apropiado para aquellas personas que buscan un tratamiento de reproducción, dado que ha permitido el nacimiento de alrededor de cinco millones de bebés.
Es posible que el iniciar el tratamiento de fertilización in vitro sea una emocionante experiencia, no obstante el número de técnicas de reproducción asistida que hay actualmente hace que el proceso de la FIV sea confuso e incluso un poco intimidante.
Por eso en este artículo hablaremos sobre las diferencias entre la FIV y la Mini FIV.
Diferentes tipos de FIV
Han pasado 35 años desde que la fertilización In Vitro ha estado considerada como la mayor vía de reproducción asistida, teniendo alrededor de 70.000 bebés concebidos anualmente a través de esta técnica.
La misma supone un conjunto de procedimientos complejos mediante los cuales se extrae un óvulo directamente de los ovarios de la paciente, para después fertilizarlo con esperma desde un laboratorio.
El embrión o el óvulo fertilizado se transfiere al vientre de la paciente donde deberá crecer y desarrollarse. Según la edad de la mujer, el porcentaje de éxito estimado en un ciclo podría rondar un 20%-60%.
Diferencias FIV y Mini FIV
La estimulación ovárica se trata de uno de los pasos más engorrosos que tiene el proceso de FIV, estando probablemente entre los aspectos que mayor preocupación causan en las mujeres que deciden someterse a un tratamiento de reproducción, lo cual se debe a la utilización tanto de inyecciones como de hormonas.
Consiste igualmente en la mayor diferencia que existe entre el procedimiento de FIV y el proceso que supone la Mini FIV, dado que este último destaca por emplear técnicas de estimulación ovárica suave.
Y es que la Mini FIV, igualmente llamada fertilización in vitro suave, se caracteriza por ser considerada como el método “intermedio” entre la FIV tradicional y la FIV de ciclo natural.
Otra de las diferencias principales que pueden destacarse entre la FIV habitual y la mini-FIV se trata de que con esta última es posible obtener alrededor de 2-5 óvulos aptos para ser fecundados dentro del laboratorio.
Con la FIV convencional podrían conseguirse más de 10, por lo que los que esos embriones de buena calidad que no se transfieran al útero podrían ser vitrificados para ser utilizados en tratamientos futuros.
Asimismo el tratamiento de la Mini FIV puede diferenciarse de la FIV tradicional debido a que se administra una menor cantidad de fármacos. Aunque en el proceso los óvulos se extraen y fertilizan del mismo modo que en cualquier otra FIV, lo cierto es que como ya mencionamos, la estimulación suele ser menor o más suave que la realizada con la FIV regular.
Esta es la razón por la cual la Mini FIV se considera como un acercamiento más gentil que la FIV convencional, dado que varios especialistas consideran que mientras más óvulos, las posibilidades de éxito podrían ser menores.
Ya que si bien el número óvulos obtenidos mediante la Mini FIV suele ser menor, las investigaciones señalan que ofrece una posibilidad de éxito equivalente a la ofrecida por la FIV regular, debido a que igualmente permite obtener embriones de buena calidad.
Sin embargo es preciso decir que al existir menos óvulos que fecundar, las posibilidades de lograr un embarazo durante un ciclo se ven reducidas, debido a que únicamente existe una oportunidad para lograrlo.
Ventajas de la FIV y la Mini-FIV
Dentro de las ventajas que ofrece la FIV convencional, podemos destacar las mencionadas a continuación:
- Ofrece la oportunidad de obtener un diagnóstico tanto sobre la función como sobre la reserva ovárica.
- Permite realizar una valoración sobre la calidad ovocitaria, tomando en cuenta la madurez de los óvulos y su morfología.
- Permite llevar a cabo un diagnóstico sobre la calidad embrionaria.
- Ayuda a realizar una valoración de la implantación embrionaria realizada dentro del útero.
Mientras que en el caso de la Mini FIV, se pueden mencionar las siguientes:
- Disminuye el riesgo de presentar efectos causados por la medicación empleada para la estimulación ovárica, tanto a corto como a largo plazo.
- Disminuye significativamente la cantidad de inyecciones que se requieren para llevar a cabo la estimulación ovárica.
- Permite disminuir en gran medida, el precio que supone todo el tratamiento.